DÍA 7

19-04-2009

 

A las 8,30 h tenemos cuatro coches esperándonos a la puerta. Uno lo conduce Hassan, el cooperante musulmán, otro Constantino, un cooperante alemán, otro Giuseppe, y el cuarto es un taxi. Los que vamos en este último disfrutamos del viaje escuchando villancicos navideños. El conductor debe ser cristiano. A lo largo del viaje hasta Tánger, vemos grandes extensiones de terreno verde. Nos cuenta el conductor que mucho de ese terreno pertenece a grandes terratenientes que viven en España y Francia y que se dedican a cultivar la marihuana. Si en vez de eso, dieran esas tierras a cultivar a la gente del lugar, seguramente no habría tanta pobreza ni necesidades en la zona. Pero claro, esto da mucho más dinero que lo otro.

El avión de Tánger se retrasa, eso significa que en Barajas habrá que correr para coger el enlace. Y así ocurre: carreras por Barajas que no sirven de nada puesto que nuestro avión también sale con retraso. Y sin comer. Menos mal que los muchachos han avisado a sus padres y casi todos los esperan con la merienda en Valencia.

Ahora sí que se acabó. O como decía Giuseppe, «ahora empieza la verdadera experiencia».

Respuestas

  1. Se puede vivir sin televisión, sin periódicos, sin internet, sin radio… y no lo echas de menos.
    No sé si el tiempo ha pasado rápido o lento. Pero eso es lo de menos, lo que cuentan son otras cosas: lo que vives y lo que encuentras. Y en eso he vuelto millonario.

  2. Hemos llegado a nuestras casas con más de lo que teníamos al salir. Nos hemos enriquecido con nuestra experiencia en Larache, y con las sonrisas de la gente que allí nos hemos encontrado.
    Algunos pensamos en lo que hemos disfrutado en la experiencia, y nos planteamos alguna pregunta: ¿por qué no volver algún día?…


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